viernes, 15 de agosto de 2008

La magia de García Márquez


La odisea más grande del escritor Gabriel García Márquez se basó en el envío de su libro “Cien años de soledad”, debido a los problemas económicos que afrontaba en ese momento. Es por ello, que sólo logró enviar a Buenos Aires la mitad de la edición.

Era agosto de 1966, cuando García Márquez utilizando sus ganancias para el crecimiento de sus dos hijos y su primer automóvil, acudió a la conocida casa de empeño, donde dejó como prenda un calentador y una batidora, que para su suerte el dinero que le entregaron fue suficiente para cubrir sus gastos de envío e incluso le sobró una pequeña parte del dinero. Gracias a esto no llegaron a empeñar sus anillos de bodas, los cuales nunca había utilizado por temor a perderlos.

En ese duro momento, por el que García Márquez atravesaba exclamó “lo único que falta ahora es que la novela sea mala”, ante la desesperación del sacrificio que tuvo que hacer para mandar las ediciones.

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